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¿Cuál es la mejor época del año para comprar una vivienda?

Establecer el mejor momento para comprar una vivienda no es tarea fácil, pues influyen muchos factores propios y del mercado inmobiliario. Aunque gran parte de las operaciones de compraventa se concentran en los meses de primavera y otoño, en este artículo te explicaremos la particularidad que conlleva cada estación del año para que valores, tú mismo, el mejor momento para dar el gran paso.

Primavera, el mercado inmobiliario altera

La llegada del buen tiempo reactiva las expectativas sobre la compra de vivienda, sobre todo de segundas residencias por parte de familias con las miras puestas en el verano, lo cual reactiva el mercado inmobiliario. Esto supone un aumento de la demanda, pero no un aumento en paralelo de la oferta, pues los posibles vendedores podrían posponer la operación de compraventa a después de verano como estrategia dirigida al turismo. Por lo tanto, aunque es buen momento por el movimiento que genera, no es el momento ideal por la contenida oferta de vivienda y la alta demanda del mercado.

Verano, la peor elección para comprar casa

Verano es, sin duda, el peor momento para plantearse adquirir una vivienda. Por una parte, existe menor oferta pues esta está destinada a sector turístico, con lo que los precios de las viviendas disponibles, en consecuencia, son más elevados. Por otro lado, coincide con un momento del año en que mucha gente está pensando y buscando lo mismo que tú: un lugar donde veranear.

Verano es, además, un momento en que la economía familiar se encuentra debilitada en muchos casos, pues es la época del año que más se gasta debido a los periodos vacacionales. Mejor recuperarse económicamente y tomar una decisión con la cabeza fría, y no dejarse llevar por el entusiasmo del buen tiempo.

Otoño, la época más recomendable para comprar

Septiembre, octubre y noviembre se presenta como la mejor época del año para adquirir una vivienda. Por un lado, el comprador ha tenido todo el verano para evaluar la vivienda que mejor se adapta a sus necesidades, ha tenido tiempo para buscar y visitar las zonas que más le encajan y, por tanto, la compra de la casa se realiza de una manera más pensada y menos impulsiva. Esto garantiza una mejor y más estudiada opción de compra.

Por otro lado, ha terminado la época veraniega y todas aquellas ventas que se habían paralizado para la época turística, se ponen al mercado, aumentando la oferta de viviendas disponibles. Al mismo tiempo, gran parte de aquellos compradores con las expectativas puestas en la compra de segundas residencias con fin vacacional desaparecen, con lo que disminuye la competencia y se regula el mercado.

Invierno

Coincide con un momento de menos oferta inmobiliaria y con un periodo vacacional. Esto supone aspectos positivos y negativos. Como positivo resulta el hecho que la oferta remanente es aquella que no se ha podido vender durante el año, con lo que negociar para obtener una rebaja en el precio del inmueble será a priori más sencillo. Por otro lado, requerirá estudiar con más atención la oferta remanente para entender por qué motivo esa vivienda sigue a la venta.